Desde el momento en que se corta la primera loncha, el queso revela su autenticidad y su singularidad. Su corteza natural, marcada por las huellas del tiempo y el ambiente local, es un testimonio de la artesanía y el cuidado con los que se elabora cada pieza. Su interior, de textura cremosa y sabor intenso, es una explosión de matices que danzan en el paladar, desde notas frescas y herbáceas hasta toques terrosos y lácticos.
El proceso de elaboración del queso de cabra de leche cruda de Montes de Málaga es un ritual que se lleva a cabo con meticulosidad y respeto por la tradición. Desde la alimentación de las cabras hasta el proceso de maduración, cada etapa del proceso se realiza con un compromiso inquebrantable con la calidad y la excelencia, garantizando que cada queso sea una verdadera joya gastronómica.